Intensamente 2 (Inside Out 2, 2024) es la secuela de la película Intensamente (2015) el gran éxito de taquilla de Pixar que no sólo funcionó con el público sino también con la crítica.

Sin adentrarnos en el recuerdo de aquel film, esta secuela ofrece todo lo malo que el cine industrial actual tiene para nosotros.

Una secuela sin gracia, con chistes tan tristes y miedosos que ya no pueden hacer reír a nadie y con el deseo profundo de conformar a todos sin al final poder llegar al corazón de alguien.

Un Disney Pixar que sirve para mostrar el avance de la cultura woke y también de la llamada generación de cristal.

De alguna forma repite el esquema pobre y agotado de Toy Story 4 pero con personajes menos complejos e interesantes.

Los aspectos de personalidad de la protagonista suman ahora nuevos rostros, porque la infancia queda atrás y empieza la adolescencia.

El concepto sigue siendo olímpicamente obvio pero menos emocionante.

Todos los aspectos que conforman la mente de un ser humano lo convierten en lo que es. Por ese motivo, todos tienen importancia y no deben ser ni olvidados ni discriminados.

Ni mucha alegría, ni mucha tristeza, la ansiedad bajo control y el enojo convertido en nada.

No hay nada de profundidad en la idea de la película original y su profundidad psicológica no es tal.

Pero el problema principal es que Intensamente 2 ofrece una de las narraciones más aburridas e irrelevantes de toda la historia del otrora espectacular estudio Pixar.

Como dato curioso, la película se suma a la moda creciente (que alcanzó incluso a la última entrega de Bad Boys!) de los personajes con ataques de pánico o trastornos de ansiedad.

El mapa de la diversidad se cumple a rajatabla con tendencia a la exageración, pero siempre dentro del marco ideológico del progresista reino del terror en el que vive el cine americano actual.

Realmente es un insulto a la historia de Pixar y a los espectadores que acudirán en masa a verla.