En el verano de 2014, Bernard Jordan (Michael Caine), un veterano de la Segunda Guerra Mundial de 89 años, se escapa de su residencia para ancianos en la que vive junto a su mujer Rene (Glenda Jackson), para sumarse a los otros veteranos de guerra que viajan a las de Normandía, conmemorando a sus camaradas caídos en el 70 aniversario del Desembarco del Día D. La película, basada en un hecho real, está dirigida por Oliver Parker, un director especializado, por decirlo de algún modo, en temáticas bien británicas. 

La historia es lo suficientemente interesante como para que cualquier espectador se sienta atraído a ella. Uno de esos títulos británicos para sentirse bien, que suele darnos grandes pequeñas comedias combinando mundos reales con momentos absurdos y bastante emoción además de humor. Por suerte El último escape (The Great Escaper, 2023) se las ingenia para ir un poco más allá y acepta el tono agridulce, pero sin golpes bajos, del relato que tiene entre manos. Tan buena es la historia en la que se basa que en el mismo año se hizo otro largometraje, llamado The Last Rifleman (2023) protagonizado por Pierce Brosnan, quien debió maquillarse mucho para parecer veinte años más viejo. La película, debido a la obvia competencia, no fue estrenada en cines.


Pero si hay algo que hace de El último escape un producto digno de ser visto, es el dúo protagónico. Para Glenda Jackson, la legendaria actriz ganadora de dos premios Oscar, fue su último rol. Ella falleció antes del estreno. Y para Michael Caine, una estrella aún vigente, este largometraje también fue el último, ya que anunció su retiro de la actuación al momento de llegar esta película a las salas de cine. Son un dúo actoral de lujo y también son ancianos. La ficción y la realidad se mezclan y eso le da a toda la película una emoción extra. Cualquier amante del cine experimentará esas sensaciones agridulces al ver El último escape, una película sencilla que respira autenticidad en cada escena, pero también el adiós a dos pilares de la historia del cine británico y mundial.