Su icónico disco de 2012, que incluye los hits “Genesis” y “Oblivion”, la catapultó como una de las artistas pop más prometedoras de la década.

2012 fue un año bisagra para la escena indie así que no es de extrañar que, diez años después, sus protagonistas decidan recordarlo con orgullo. Una de ellas es Grimes, quien en febrero de aquel año editó Visions, su tercer disco -el primero para el sello 4AD- que la catapultó como una de las artistas pop más prometedoras de la década.

La canadiense anunció hace unas horas una reedición en vinilo especial por los 10 años de Visions que le llegará a los suscriptores del proyecto Vinyl Me, Please. Esta nueva edición se acompaña de un póster hecho para la ocasión y un booklet escrito e ilustrado por la mismísima Claire Boucher. Allí escribe, sobre “Infinite Love Without Fulfillment”: “Wow, en esta canción me puedo escuchar a mí misma aprendiendo a hacer música. Recuerdo grabar las voces por encima de las baterías y después, de la nada, probar esa base y decir: ¡whoa! Como un espiral que me llevó a este experimento”.

Apoyado por los singles “Genesis” y “Oblivion”, Visions fue un sacudón para la carrera de Grimes, quien venía de editar los discos Geidi Primes (2010) y Helifaxa (2010) a través del sello canadiense Arbutus -casa disquera que co-editó Visions con 4AD-. Producido por ella misma, las trece canciones del disco fueron grabadas en su departamento en un periodo de tres semanas y utilizando únicamente GarageBand.

Visions formó parte de numerosas listas de fin de año y de fin de década: el portal Gorilla Vs. Bear lo coronó como el mejor disco de la década, mientras que Pitchfork le dio a “Oblivion” el segundo puesto en su lista de mejores canciones de los años 2010. Después de Visions, Grimes siguió fichada en 4AD y publicó dos discos más: Art Angels (2015) y Miss Anthropocene (2020). A fines del año pasado anunció que formó un grupo de inteligencia artificial, NPC, y estrenó el single “Player of Games”.